18/7/09

Recordando a... Michael Jackson

Las vidas de Michael Jackson y Stevie Wonder han tenido puntos de encuentro y a su vez han seguido caminos diferentes. Ambos fueron niños prodigio en lo musical y muy rapidamente consiguieron destacar por cualidades propias de pequeños genios. Stevie en solitario, siempre en la Motown desarrollando su creatividad y preparando su mente para asimilar los éxitos y fracasos que la vida nos tiene reservados. Michael, por el contrario, bajo la férrea y dura mano de su padre, destacó entre sus hermanos los Jackson Five con la Motown en un primer momento, desarrollando su creatividad interior y percatándose que podía levantar el vuelo en solitario. De esa manera -y ya bajo el sello Epic(Sony/Bmg)- publicó seguramente su disco más auténtico y definitorio de su carrera, Off The Wall. Producción exquisita de Quincy Jones, sonidos funky-pop, smooth soul, bellas baladas, ritmo y su forma de cantar especial, allí podemos encontrar una composición de Stevie Wonder en la canción "I Can't Help It".

Su posterior disco, Thriller, rompió registros en ventas y popularidad, adquiriendo el status de rey del pop "king of pop". Pero fueron demasiadas las manos interesadas y deseosas de atrapar parte del éxito y dinero de un joven cuya mente no estaba preparada para ese nuevo mundo. Al no poder asimilarlo, sus excentricidades y manías eran cada vez más acusadas, alejándose de la vida real y encontrando refugio en el espíritu puro y libre de los niños. De esa forma es entendible su deseo de compartir con ellos ilusión y ayuda generosa, muchas veces no entendida por falsas acusaciones y la mentalidad sucia y pervertida del ser humano adulto. ¿Porqué pretender que todos seamos iguales?, ¿Porqué impedir que una persona trate de hacer realidad sueños inocentes...?. Michael Jackson ya no era el niño de 10 años que, a diferencia de Stevie, no pudo vivir su niñez, su cuerpo lo delataba, pero su mente tal vez se negaba a abandonar a ese Peter Pan con el que siempre se identificó y que a su vez le acercaba a esa infancia que nunca disfrutó.

Problemas económicos impensables para una persona que había generado tanta riqueza musical y monetaria, le obligaban a reiniciar su carrera en Europa, pero su destino estaba ya marcado por unas cartas malignas con las que nadie hubiese querido jugar. Tocó el cielo con los dedos y el infierno con los pies, ¡ójala que su espíritu por fin haya encontrado la ubicación que le otorgue la felicidad!.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola que tal. Varias cosas, a todos los que como nosotros, no olvidamos a Michael, no dudeis en pasar por www.byebyemichael.com

Por otro lado, al creador del foro, nos sería de agrado poder colgar su artículo en nuestra web. Cuanta más información se dé, mucho mejor gracias